Un enfoque estratégico y una comunicación efectiva pueden superar barreras y generar apoyo comunitario incluso en situaciones desafiantes y polarizadas.
Ante la resistencia de una comunidad indígena durante dos años para autorizar la instalación de un nuevo proyecto en su territorio, nuestra consultora se enfrentó al desafío de cambiar esta situación y obtener la aprobación necesaria. Para lograrlo, se diseñó una estrategia integral de relacionamiento comunitario que involucraba a las bases de la comunidad indígena y a otros miembros influyentes de la comunidad en general.
A través de un enfoque centrado en el diálogo y la transparencia, informamos a la comunidad sobre las características y beneficios del proyecto, estableciendo así una base de confianza con la compañía. Paralelamente, se trabajó estratégicamente para preparar la participación en la próxima asamblea comunitaria, buscando aumentar la concurrencia y garantizar la presencia de actores clave que respaldaran el proyecto y pudieran contrarrestar los argumentos de los opositores.
Esta estrategia dio resultados significativos: la participación en la asamblea aumentó en más de un 120%, y el 70% de los participantes votaron a favor de la aceptación del proyecto en el territorio. Este caso demuestra cómo un enfoque estratégico y una comunicación efectiva pueden superar barreras y generar apoyo comunitario incluso en situaciones desafiantes y polarizadas.